EL CUERPO PROPULSOR

Moverse en el agua

Para nadar siempre más lejos, sin esfuerzo y durante el

mayor tiempo posible

El cuerpo propulsor es la capacidad de acelerar la masa de su cuerpo utilizando sus propulsores (brazos y piernas) con el mejor rendimiento. En los estilos llamados “alternos”, el estilo crol y espalda, el papel principal de las piernas es equilibrar el cuerpo. Mediante un movimiento de pataleo regular, las piernas permiten al cuerpo mantener su estabilidad y su rigidez a la superficie del agua para que los brazos puedan impulsar el cuerpo hacia adelante y al mismo tiempo disminuir la resistencia natural del agua.

En resumen, el papel de las piernas es estabilizar la propulsión y disminuir el efecto de frenado de los brazos para aumentar su eficiencia.

En los estilos llamados “simultáneos”, pecho y mariposa, el papel propulsor de las piernas es mucho más importante que su papel de equilibrio. De hecho, las piernas impulsan el cuerpo hacia adelante durante toda la ejecución del movimiento y luego equilibran y estabilizan el cuerpo solo al final de este mismo movimiento cuando se vuelven a enderezar. El movimiento de los brazos permite sacar la cabeza del agua para respirar, estabilizar la orientación del cuerpo y, lo más importante, capitalizar en la velocidad que ofrecen las piernas para continuar la propulsión del cuerpo. Esto elimina los tiempos muertos y las pausas no deseadas durante la natación. En resumen, son los brazos los que asumen el papel de estabilizador del cuerpo y disminuyen el efecto de frenado de las piernas para aumentar su eficiencia.

Los estilos “alternos” se nadan a la superficie del agua y los estilos “simultáneos” debajo del agua. Recuerden la próxima vez que quieran nadar un estilo “alterno” o “simultáneo”: la coordinación y el uso del cuerpo son completamente diferentes.

Durante la natación, la función “proyectil” es inseparable de la función “propulsor”. Cuando el cuerpo se vuelve propulsor, no deja de ser proyectil porque si se deforma y pierde su orientación, el cuerpo deja de avanzar de manera eficiente y vuelve a ser rehén de las corrientes del agua. El cuerpo pierde su estabilidad. Y si es así, ya no hablamos de propulsión sino de desplazamiento.

La etapa del cuerpo propulsor, ultima y mas larga etapa de la enseñanza de la Pedagogía de la acción, consiste en moverse cada vez más eficientemente gracias a la acción coordinada de los brazos y de las piernas y luego sincronizar su respiración. Primero se aborda el estilo crol y espalda porque facilitan el mantenimiento del cuerpo proyectil y también son los más semejantes al movimiento de caminata cotidiana, los más naturales y fáciles de integrar por el cuerpo humano. Enseñamos el estilo pecho y mariposa al final porque su ejecución es mucho más técnica y requiere una coordinación mucho más fina.

Al igual que durante la etapa del cuerpo proyectil, el aprendizaje del cuerpo propulsor insiste en la rigidez del cuerpo para PROPULSAR HACIA ADELANTE y no simplemente MOVERSE.

La enseñanza de esta etapa tiene como objetivo adquirir y mejorar la coordinación y la propiocepción del nadador. Para nadar lo más lejos y durante el mayor tiempo posible mientras se ahorra mas energía como sea posible. Es un paso obligatorio para que el nadador sea físicamente y mentalmente preparado para enfrentarse a la velocidad. Nadar largas distancias debe preceder y condicionar el nadar rápido para las competencias.